¡Adiós a las armas! Mariano Cabrero Bárcena
El narcotráfico hay que combatirlo, pero con la ley en la mano. No se ejecuta asesinando-sin más- a personas cuya culpabilidad no se ha demostrad0. Tampoco se combate desplegando en el Caribe el portaviones más grande y poderoso del mundo, ni cerrando el espacio aéreo de un Estado soberano, ni mucho menos invadiendo su territorio o violando su soberanía.
¡Adiós a las armas! debería recomendar el bueno de Trump, presidente de los EE.UU. En el mes de agosto de 2025, la armada de los Estados Unidos empezó a desplegar unidades navales en el Caribe. El 2 de septiembre Donal Trump informó del primer ataque desde el aire a una lancha que procedía de Venezuela, como parte de la lucha contra el narcotráfico, ya que-según él- transportaba droga.
Y es que, desde entonces, se han contabilizado 21 ataques en aguas internacionales. Primero en el Caribe y a partir de octubre también en el Pacífico, contra lenchas venezolanas o colombianas que las autoridades de EE.UU. han considerado que llevaban droga hacia su país, y hay que considerar que-jamás de los jamases- han probado sus sospechas.
El narcotráfico hay que combatirlo, pero con la ley en la mano. No se ejecuta asesinando-sin más- a personas cuya culpabilidad no se ha demostrad0. Tampoco se combate desplegando en el Caribe el portaviones más grande y poderoso del mundo, ni cerrando el espacio aéreo de un Estado soberano, ni mucho menos invadiendo su territorio o violando su soberanía. Sino facilitando la cooperación y
con los servicios de inteligencia adecuados y con la policía-eficaces al cien por cien-, para impedir que las drogas invadan distintos países.
Con las primeras medidas/acciones se busca intimidar al régimen de Maduro (Maduro no se va, se ira cuando lo echen). Más todos sabemos que ganó las últimas elecciones sin los votos necesarios (¿Los chinos manipularon las papeletas?): nadie los sabe?
Da la impresión que el objetivo que el señor Trump- presidente de los Estos Unidos de América-no es acabar con el narcotráfico cuando, justamente acaba de decretar el indulto del expresidente hondureño Juan Orlando Hernández. Estas injerencias en las elecciones o en la política de las naciones iberoamericanas son una prueba más del profundo desprecio del presidente de EE.UU. por la democracia, y de su nulo respeto por el ?Derecho internacional?.
En el 2026 puede que ya no esté el señor Maduro (por así llamarle) al frente de Venezuela. ¡Todos esperamos que así sea!
Per el bueno de Trump proseguirá en su campaña de favorecer la elección de lideres de su línea ideológica o que, por otra parte, le sean sumisos a sus formas y maneras de gobernar.
Mientras los EE.UU. no lleven a la práctica el consabido ¡Adiós a las armas!, cierto es que todos los países del mundo estamos en manos de Dios (el Dio de todas las religiones. Dicho de otro modo: ¡ La guerra termina nunca!
La Coruña, 10 de diciembre de 2025
Mariano Cabrero Bárcena
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