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INVASIONES DEL ISLAM Por Juan Goti Ordeñana Catedrático jubilado de la Universidad de Valladolid
La invasión islámica del siglo VIII, aprovechándose de los enfrentamientos de familias del reino visigodo, fue mediante una guerra, llegando luego a ocupar casi todo el territorio de España. La recuperación del espacio español duró ocho siglos. Hoy padecemos una segunda invasión musulmana, y pretende ser pacífica, y con el propósito de ser más efectiva y duradera que aquella primera.

La invasión islámica del siglo VIII, aprovechándose de los enfrentamientos de familias del reino visigodo, fue mediante una guerra, llegando luego a ocupar casi todo el territorio de España. La recuperación del espacio español duró ocho siglos. Hoy padecemos una segunda invasión musulmana, y pretende ser pacífica, y con el propósito de ser más efectiva y duradera que aquella primera.
¿Y si nos preguntamos cuál es el motivo de esta nueva invasión? El motivo de la primera invasión fue la decadencia del reino godo, la razón de esta segunda es muy sencilla: la decadencia de la cultura de Occidente. ¿Y cuál es la razón de la decadencia de la cultura occidental? Aunque sea difícil de comprender, dado el nivel al que había llegado, es evidente, que se basa en la afirmación de que el hombre europeo se ha declarado ateo, y ha elegido como base de su cultura la diosa Razón, y que esta Razón ha dejado su ser, para verterse en capricho.
No hay duda que con la razón se consiguieron grandes avances en la creación científica, pero antes de hacerla diosa Razón, pues con ella ha olvidado el sentido del ser de la naturaleza humana. Con lo que, superando la razón, se ha llegado la confundir la libertad con el capricho, hacer porque me gusta. Se han alcanzado unas grandes comodidades para vivir, pero a la vez se han originado toda clase de problemas a la persona, haciéndole vivir sin una comprensión de la razón de su existencia. Ésta es la causa de la decadencia de la sociedad occidental y se ve que camina hacía su muerte, si no se corrige, pues no persigue el bien del hombre, sino nefandos intereses.
Mientras la cultura islámica está inmovilizada desde el siglo VII en el que apareció. En un principio se extendió mediante guerras, y llegó a conquistar grandes territorios, pero se agotó este método de expansión, cuando la cultura de occidente conscientemente le puso freno. Eran tiempos en los Europa estaba muy fuerte. ¿Y por qué estaba potente? Porque la razón, no era la diosa promotora de la sociedad, sino que la razón era un instrumento de trabajo para que el hombre avanzara en el estudio de la naturaleza. Ahora, sin embargo, cuando por la Ilustración abandonó a Dios en el siglo XVIII, y se confió en la diosa Razón, por muchos inventos que se han logrado, el hombre se encuentra sin una base humana, sin un sentido de su vida.
Por el contrario, el musulmán no ha evolucionado desde su fundación en el año de 622. Los intentos de renovación de su doctrina con una exégesis nueva, basada en la lógica aristotélica, fue ensayado por Avicena en el X, y Averroes en el siglo XII. Fracasaron, y no se volvió a intentar una nueva revisión, una vez que la doctrina de estos autores sufrió una grave censura. Por tanto, la dogmática original se mantiene con una decidida fe en Alá, y está más pujante que nunca y con un gran proyecto de expansión. No han caído en el intento de razonar su religión, y menos de fiarse de la razón para montar su sociedad, esto lo han dejado al Occidente, aunque han aprovechado de sus inventos, para disfrutar de la vida, pero siendo fieles a su dogmática islámica. Y ahora, se marcan de objetivo, una nueva pacífica conquista del mundo entero.
Propuesto este proyecto de sociedad por la fe musulmana, lo que no se puede comprender, es que los poderes políticos europeos, no hayan advertido que, favoreciendo al islam, están desechando con sus decisiones la tradición de más de dos mil años de historia, además, de todos los avances en investigación que se han realizado en este continente europeo, donde va incluido la forma democrática de organización de la sociedad, que la mente islámica no puede admitir.
Probablemente, al político europeo le venga bien el sentido autoritario de los países musulmanes. En el mundo musulmán el califa o jefe espiritual dispone de una absoluta hegemonía, tanto en el orden espiritual como político, seguramente envidiado por nuestros políticos de Occidente. Y esta autoridad se da, aún sobre los musulmanes que están en territorios de la cultura europea, para quienes primero es la sharía, y como añadidura aceptaran algunas costumbres del lugar donde residen, que no se opongan a sus normas de conducta.
Pero observemos la introducción del islamismo en Europa. Nuestra sociedad ante la cercanía de la doctrina musulmana está volviéndose hacía ella. Se advierte en ciertos sectores que su doctrina tiene una mayor coherencia, frente a las ideologías que han surgido en occidente de un izquierdismo alocado con woke: feminismo, antirracismo, defensa de los derechos LGBTI y otros movimientos, que han desarticulado la convivencia en la cultura europea. Están apareciendo mujeres europeas con la cabeza cubierta al estilo musulmán, porque no están conformes con la propaganda del feminismo que se ha introducido en occidental, y estiman ser mejor del sentido de la mujer islámica.
No podemos dejar de hacer alguna referencia a los lobos solitarios, que, siendo musulmanes imbuidos de su doctrina, estiman que lesionar de cualquier manera a las personas de la cultura de occidente es legítimo, ya abusando de las mujeres ya, si llega el caso, matando infieles, esto es, todos los que no tienen su fe islámica. Y estamos viendo, que en estos casos tienen privilegios, pues no se pueden publicar el nombre de sus autores, y si es necesario, como en el caso inglés, ocultando durante muchos años los abusos que estos jóvenes han cometido.
Los principios de la fe cristiana enseñaron a razonar, introdujeron la democracia al establecer los principios de igualdad, libertad y fraternidad en la organización del Estado, además, llevaron a cabo la separación de lo religioso de lo político, por lo ha progresado Occidente hacia la democracia. ¿Nuestros políticos, favoreciendo el islamismo, quieren volver a la uniformidad que predica el Islán, renunciando a los avances humanos y políticos logrados?
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Comentarios(1):
Los principios de "Libertad, igualdad, fraternidad" fueron "construcción del Supremo Arquitecto" (Masonería) y la "democracia electoral" hechura de la hegemonía sinárquica". Recuerdo al lector que Jesucristo contestó: "Mi reino no es de este mundo". En tanto que el Islam de factura mahometana es una fe para el dominio del mundo. Nuestros "Reyes Católicos" supieron expulsar a mahometanos y judíos de sus tierras por la conflictividad que planteaban. Felicito la inquietud y explicaciones de Juan Goti Ordeñana.