Hay que pagar siempre el servicio y el que se adentra en la naturaleza que contrate un seguro
Los nuevos amantes de la naturaleza disfrutan de los servicios de rescate cualificados de Cantabria. Miguel López Sintes
No quiero minimizar la situación en que se encuentra la persona que demanda ayuda, pero cuando empiezas a leer "se sentían desorientados, cansancio, fatiga, torcedura. Y un largo etc.", me surgen muchas dudas de cómo esas personas afrontan una actividad en naturaleza.

Cuando llegan los periodos vacacionales de larga duración como es el caso del verano, o aquellos de pocos días como los puentes, nos encontramos con una gran cantidad de noticias animándonos con las actividades relacionadas con la naturaleza, acercándonos su belleza y animando a su disfrute. Que mejor cosa para olvidar por unos días el asfalto cotidiano el vehículo y el centro laboral.
Los grandes establecimientos dedicados al equipamiento para sentirse cómodo en estos nuevos entornos, te cubren con todo tipo de elementos, y el éxito parece asegurado a tenor de las colas que se acumulan en sus estanterías.
Por tanto, ya tenemos una buena información de los lugares a visitar, y una excelente oferta de material para sentirnos pioneros y dar una buena imagen en una larga serie fotográfica facilitada por la comodidad de las cámaras de los teléfonos.
Al mismo tiempo que este entorno descrito, también nos encontramos con la llegada de un montón de noticias, relacionadas con la necesidad de proporcionar ayuda por parte de los centros públicos 112, a algunas de las personas animadas por las anteriores informaciones. Los motivos son variados y no me cabe ninguna duda que una de las razones de su aumento esta relacionada con la explosión de la clientela.
A partir de aquí, y desgranando los noticiarios nos vamos encontrando incidentes en estas actividades lúdicas, con motivos que han causado la necesidad del uso de unos medios excepcionales, como helicópteros y personal altamente cualificado. No quiero minimizar la situación en que se encuentran la persona que demanda ayuda, pero cuando empiezas a leer ?se sentían desorientados, cansancio, fatiga, torcedura. Y un largo etc.?, me surgen muchas dudas de como esas personas afrontan una actividad en naturaleza.
El hombre que ha vivido durante siglos pegado a la tierra, laboreando y criando animales no dudo que algún incidente habrá padecido, pero desde luego el desarrollo de sus instintos le permitió eludir incidencias inesperadas y encontrar soluciones. Y ahora nos encontramos con intrépidos aventureros, que a al menor contratiempo buscan la solución en los equipos de emergencias públicas.
La sociedad tiene que dar respuesta a los problemas de sus miembros, pero cuando las imprudencias son manifiestas los costes de su solución al menos deberían ser compartidas. Cuando la gente está acostumbrada a caminar por aceras acondicionadas, les resulta difícil pensar que se debe ir atento al próximo apoyo del pie, y que mirar al cielo está bien por su belleza, pero también por el anuncio de sus cambios. Por los Alpes Suizos los que afrontan retos sin las suficientes coberturas les pasan los costes.
He caminado durante años por la montaña y he tenido la suerte de no sufrir ninguna incidencia grave, ni nadie del entorno con los que lo he practicado, por eso me molesta la alegría con la que estos repentinos amantes de la naturaleza, afrontan sus días de descanso
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Comentarios(2):
En paises con amplia experiencia y buenísimos equipos de rescate como Suiza, los rescates se pagan y a un alto precio. Todos los suizos que van a la montaña tienen un seguro que cubre los rescates. Hay que cobrar TODOS los rescates se hayan cometido imprudencias o no.
El planteamiento es muy acertado. Pero de difícil solución. Últimamente en nuestros montes proliferan los urbanitas, senderistas y gente que ha descubierto la naturaleza y esa es más peligrosa porque no está acostumbrada a vivir en los montes como la gente rural. Lo planteas muy bien en tu artículo y no lo dices de forma explícita pero hay que adoptar medidas No se puede ir al monte y perderse y luego ir a buscarlos Al monte no se puede ir sin EQUIPO. no se debe de ir al monte a su aire y sin conocimiento. Hay que crear gente especializada que dirija en grupos a los que de verdad quieren conocer la naturaleza. Lo más importante es que el Gobierno de Cantabria tiene que tomar medidas y poner pie en pared para que no proliferen estas situaciones y saturen nuestros medios de rescate con los gastos consabidos que tienen que pagar los contribuyentes con sus impuestos. Y lo más importante esta gente perjudica la fauna salvaje de Cantabria.