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Nacional 02-07-2025 12:00

La Cocina Económica atendió a más de 3.200 personas en 2024, de las que 572 eran menores

La Cocina Económica de Santander atendió en 2024, a través de sus programas sociales, a un total de 3.205 personas, de las que 572 --el 17,8 por ciento-- fueron menores de 18 años, según la memoria de actividad de la entidad que se ha presentado este martes.

Las personas acogidas y acompañadas directamente desde Cocina Económica fueron 1.160, el 51% mujeres y el 80% procedentes de fuera de España, con Perú, Colombia, Marruecos y Venezuela como principales países de origen.

Por rango de edad, un 18% de estas personas atendidas directamente desde la Cocina Económica eran menores de 29 años, un colectivo en el que hay que intervenir "de manera intensiva y urgente para prevenir la cronificación de su situación", según han indicado los representantes de la entidad.

A la Cocina Económica le "preocupan" también las personas mayores de 70 años, que supusieron un 3% del total de atendidos, para las que "es difícil encontrar recursos apropiados".

USUARIOS POR SERVICIO

A lo largo de un día cualquiera, la Cocina Económica puede recibir más de 240 personas en los distintos programas de atención.

Así, en servicios tradicionales, como el Programa de Reparto de Alimentos, en 2024 se distribuyeron alimentos, productos de aseo y limpieza por importe de 365.698 euros, y en el de comedor se repartieron 105.134 servicios de desayunos, comidas y cenas --un 6,9% más que en 2023-- y se atendió a 549 personas.

Por otra parte, el de Higiene, vinculado al comedor social, ha atendido a 273 personas, una cifra similar al año anterior. Según la Cocina Económica, este servicio ofrece una "visión bastante representativa de cómo evoluciona el número de personas sin hogar en la ciudad".

Concretamente, a través del mismo, se presentaron 3.247 servicios, entre los que las duchas y el lavado de ropa fueron los que sufrieron una mayor variación, superando en un 20% la cifra del año anterior.

Desde la Cocina Económica se ha explicado que la salud mental "es uno de los grandes desafíos en las personas en exclusión social y/o sin hogar". Por ello, a aquellas personas con enfermedades crónicas y/o adicciones que necesitan de apoyo para generar la adecuada adherencia al tratamiento y un seguimiento del mismo se les acompaña en el control y administración de su mediación, así como a las citas médicas cuando es necesario.

La persona, a parte de cubrir sus necesidades básicas, es invitada a participar en distintos programas para favorecer su activación y promoción y siempre que es posible se orientan a formación reglada.

En otro orden, en el Programa de Atención Diurna-Emaús participaron un total de 188 personas. A través de él, se busca conservar o promocionar la autonomía de los participantes así como promover su participación activa en el medio comunitario para reforzar su red de relaciones y prevenir y atender la soledad no deseada. Además, ofrece un espacio seguro para las personas en situación de sinhogarismo.

En cuanto al Programa de Formación Ocupacional e Integración, el año pasado atendió a 111 personas en sus cuatro talleres ocupacionales (cartonaje, encuadernación, textil y alpargatas), en los que se trabajan por un lado las competencias propias de la actividad y, por otro, el desarrollo de habilidades laborales básicas, como el cumplimiento de horarios, responsabilidad o el trabajo en equipo. Transversalmente se trabaja la digitalización y la orientación laboral, en función de las necesidades.

Adicionalmente el Taller Adaptado, durante este ejercicio ha consolidado la utilización de `NeuronUp`, una aplicación digital que permite el diseño de intervenciones personalizadas en estimulación cognitiva, consiguiendo una mayor adherencia al programa y una mejora significativa en sus habilidades digitales.

89 PERSONAS ALOJADAS

Por otra parte, la Cocina Económica dispone de 73 plazas de alojamiento distribuidas por la ciudad en 21 pisos y un centro de acogida, con distintas modalidades de intervención (Housing Led, Housing First, Pisos de Intermediación, ...). En 2024 se atendió a 89 personas, de las que casi un 41,6% eran mujeres y un 69% inmigrantes de 19 nacionalidades diferentes frente a un 22% de nacidos en Cantabria.

Al respecto, desde la Cocina Económica se ha señalado que el alojamiento es "el eje fundamental para garantizar procesos de inclusión social sostenibles" y cree que un derecho subjetivo como acceder a una vivienda asequible "ha sido largamente olvidado, favoreciendo el uso de la vivienda como un bien de mercado sin tener en cuenta la función social de la misma".

"Los precios de los alquileres no tienen relación con los salarios y se hacen más inalcanzables para los colectivos más vulnerables", han advertido los representantes de la entidad.

De hecho, han indicado que el incremento del precio de los alquileres, la escasez de viviendas disponibles, los requisitos que se solicitan para acceder a las mismas, así como una gran presencia de alquileres vacacionales han provocado que incluso el acceso a una habitación sea algo "inalcanzable para muchas personas".

Por otra parte, en 2024, cinco personas trabajaron en la empresa de Inserción Luimar Incluye, creada en 2022 y que ofrece puestos de trabajo adaptados para personas en situación de vulnerabilidad.

Para desarrollar esta tarea, se cuenta con un presupuesto de 2,2 millones de euros, de los que el 53% es financiación pública. El Gobierno de Cantabria es el principal colaborador, ya que cubre más del 50% del presupuesto, mientras que el Ayuntamiento de Santander aporta una de las viviendas de acogida.

El resto de la financiación procede de la colaboración y el compromiso de fundaciones privadas, empresas, particulares e iniciativas solidarias, cuya "valiosa contribución e implicación es clave" para alcanzar los objetivos de la Cocina Económica y seguir adelante con su misión.

En este sentido, también ha hecho una mención especial al voluntariado y la comunidad de Hijas de la Caridad, "cuya contribución desinteresada y constante refleja el verdadero espíritu de solidaridad y compromiso".

"Después de 116 años, seguimos trabajando en Santander por las personas más vulnerables, seguimos siendo esa entidad cercana y muy nuestra desde de la que implicarnos en mejorar nuestro mundo", han apuntado desde la Cocina Económica.

 

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